lunes, 16 de mayo de 2016

LA GUERRA CIVIL EN MADROÑERA


1.- LOS INICIOS.
El golpe militar del 18 de julio de 1936 tuvo distinta incidencia en las provincias de Badajoz y Cáceres.
La sublevación contó con escaso apoyo en la provincia de Badajoz, donde existía una implantación más firme de las organizaciones obreras y de los partidos de izquierda. De hecho las organizaciones de izquierda obtuvieron armas para hacer frente a los sublevados. En cambio, en la provincia de Cáceres, la sublevación contó con la participación de mandos militares y de la Guardia Civil y miembros de “Falange Española”. En el mes de julio, los sucesos de armas más destacados ocurrieron en Villanueva de la Serena y en San Vicente de Alcántara; ambas localidades serían recuperadas por las fuerzas republicanas. Podemos decir que, a finales del mes de julio, Extremadura quedaba dividida en dos: casi la totalidad de la provincia de Cáceres estaba bajo el control de los rebeldes y la provincia de Badajoz seguía fiel a la República.
La pretensión de Franco de llegar hasta Madrid a través del territorio extremeño cambiaría la situación en nuestra región. Una columna (“Columna Madrid”) al mando del general Yagüe partió de Sevilla y entró en Extremadura por Monasterio.
En agosto las tropas sublevadas tomaron Almendralejo y Mérida, donde encontraron fuerte resistencia por parte de los milicianos republicanos, a pesar de su escasa organización y de su reducido armamento.
Durante los días 13-14 de agosto se producía la ofensiva sobre Badajoz, que caería en manos rebeldes. Aquí se iniciaría una violenta represión sobre los milicianos prisioneros y civiles partidarios de la República: cerca de 4.000 personas serían fusiladas.
Conseguidos estos primeros triunfos militares, la “Columna Madrid” marchó hacia Toledo, no sin antes liberar el Monasterio de Guadalupe del asedio republicano.

2.- LOS FRENTES.
A finales de 1936, quedaba fijado el llamado “Frente de Extremadura”, que se mantendría casi igual hasta el final de la guerra, de manera que sólo las comarcas de La Siberia y La Serena, así como parte de Las Villuercas, quedaban bajo el control republicano.
En julio de 1938, Franco ordenó el ataque para eliminar la “Bolsa de la Serena”. En esta primera ofensiva, consiguió ocupar algunas localidades como Don Benito, Villanueva de la Serena, Castuera y Monterrubio. Sin embargo, todavía hubo que esperar a enero de 1939 para que finalizasen las operaciones militares en nuestra región. Esto se produciría con la ocupación definitiva de las localidades de La Siberia que aún permanecían bajo control republicano: Talarrubias, Puebla de Alcocer, Herrera del Duque, Peñalsordo, Siruela, Zarzacapilla…

   El frente extremeño de 1936 a 1939

En Extremadura, como ya hemos dicho anteriormente, comienza una guerra de frentes desde mediados de 1936, que experimenta pocos cambios hasta el final de la contienda. El frente se extendía desde Alía hasta Villanueva, y desde Don Benito hasta higuera, en zona republicana; y desde Guadalupe, Madrigalejo, Medellín, Guareña, Hornachos y Campillo, en la zona nacional.

Desde este día se establecen la línea de los frentes en Extremadura, que dando de la siguiente forma en finales de septiembre de 1936.

                                                   
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 Datos: José  Pecero  Merchan
                 

3.- LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.

A medida que los sublevados iban ocupando el territorio extremeño, fueron desencadenando una actividad represiva sistemática, consistente en la práctica del terror sobre la población civil –sindicalistas, políticos, simpatizantes republicanos…–. Se trataba de atemorizar a la población para que se uniera al nuevo régimen que los rebeldes pretendían constituir. Fusilamientos sin juicios, detenciones arbitrarias, juicios sumarísimos, incautaciones de bienes materiales, purgaciones, rapaduras y vejaciones de mujeres… se sucedieron a lo largo de la guerra. Gran número de partidarios y simpatizantes de la República fueron internados en los campos de concentración que se construyeron en Extremadura: Castuera, Badajoz, Mérida y Cáceres.
Tras la finalización de la guerra, grupos de milicianos republicanos, en lugar de entregarse a los vencedores, decidieron refugiarse en las sierras extremeñas, continuando su actividad guerrillera hasta 1946. Fue el maquis.
El número de pérdidas humanas, víctimas en combate, asesinatos y ejecuciones en ambos bandos, en Extremadura podría estar en torno a las 12.000 personas.
Las consecuencias económicas de la guerra trajeron el hambre y la miseria a Extremadura durante las dos décadas siguientes.
Los efectos psicológicos y morales se hicieron notar en toda una generación de extremeños, que quedaron profundamente marcados por la guerra. A principios del siglo XXI, las personas mayores todavía recuerdan, vivamente y con dolor, el drama sufrido durante este conflicto fratricida.


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Datos: Cultura Extremeña © Heliodoro Núñez y Antonio Paniagua. 2003.



4.- REPRESIÓN EN MADROÑERA TRAS LA GUERRA        CIVIL.  
Por  Fernando Ayala Vicente. Doctor en historia. Secretario para el análisis de la historia socialista.     PSOE  -  Cáceres


5.- EN  NUESTRO PUEBLO ...

En Madroñera, el domingo 19 de Julio de 1936 un camión con guardias civiles  procedente de Trujillo llega al pueblo  y toma el control de la alcaldía del pueblo,  quedando, de esta manera,  dentro de la zona sublevada contra la república (zona nacional). Comienza  también una nueva situación política y social que cambiará de forma trágica el destino de muchos de sus habitantes.
Rápidamente se inician las detenciones de los principales dirigentes políticos  y sindicales de izquierdas (Alcalde, concejales, dirigentes de la Casa del Pueblo, etc.). Las represalias y el miedo hacen que algunas personas traten de pasarse a la zona republicana a pesar de las consecuencias que tendrán sobre sus familias, algunos fueron capturados y entregados a las nuevas autoridades fascistas y finalmente asesinados. Otros en su huida, fueron ayudados por paisanos de Madroñera  que trabajaban  en algunas fincas y la represión contra éstos también fue brutal;  a pesar de todo, algunos  conseguirán huir e incorporarse al ejército republicano.
Los efectos que supusieron estos acontecimientos, a parte del dolor por los muertos en los campos de batalla, las ejecuciones  y represiones posteriores, se manifiestan también en los datos estadísticos de la población.
Madroñera contaba en el censo de 1920 con 4.877 habitantes, en  1.930 era de  5.415 habitantes,  538 personas  más que 10 años antes, utilizando este dato de crecimiento aproximado de población,  en 1.940 (10 años más tarde) Madroñera debería contar con 5.415 +538 = 5.953 habitantes, sin embargo en el censo de este año figuran 5.161 habitantes, aproximadamente 792 personas menos de las que deberían haber. Estos datos, aunque aproximados, nos hacer ver la importancia que tuvo en nuestro pueblo la Guerra Civil y la posterior represión.

·        CENSO POBLACIÓN DE HECHO 1920:    4.877 habitantes     (Instituto Nacional de Estadísticas)
·        CENSO POBLACIÓN DE HECHO 1930:    5.415  habitantes     (Instituto Nacional de Estadísticas)
Distinción de sexo
Estado civil




Instrucción Elemental




Solteros
Casados
Viudos
No
consta
Saben leer
Saben leer  y escribir
No saben leer
No consta
2 .685
Varones
 1 .572    
 1 .029      
83
   1    
97
 1 .641        
946  
    1

 2 .730 Hembras  
 1 .486    
  1 .012    
230
    2    
84
 1 .287     
1 .357     
    2


·        CENSO POBLACIÓN DE HECHO 1940:     5 .161 habitantes  (Instituto Nacional de Estadísticas)
VARONES




HEMBRAS




TOTAL
SOLT.
CASAD.
VIUD.
ALFABETOS
ALFABETAS
VIUD.
CASAD
SOLT.
TOTAL
2 .421
1.421
906
94
1.617
1306
266
948
1.526 
2 740







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DATOS  PROVISIONALES  DE  VÍCTIMAS:


Muertos en los frentes (nacional y republicano)  73

Ejecutados /Asesinados 25

Desaparecidos 4



Represaliados (cárcel / destierro)  62

DATOS  CONOCIDOS A FECHA DE  JUNIO 2016

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La actuación en nuestro pueblo de las nuevas autoridades surgidas, alcaldía, grupo afines al golpe como Falange Española y población de ideología derechista fue muy dispar; durante la guerra y los años inmediatamente posteriores se vio lo mejor y también lo peor de las personas; antiguas rencillas, enemistades y venganzas salieron a la luz pero también hubo por parte de algunos de los vencedores actitudes muy humanas hacia los vencidos.

 Los nuevos afiliados a la Falange aumentan en número y provienen, en general, de la derecha política y  algunos de la izquierda, que buscan seguridad ante los nuevos acontecimientos, bien por miedo, bien por ganarse el afecto de los vencedores. Los grupos de falangistas de nuestra comarca, en general, no "paseaban" a las personas de su mismo pueblo, sino que iban otros lugares, así algunos falangistas de Madroñera iban a pueblos cercanos y aquí, generalmente,  nos venían los de Trujillo. 

 Es necesario mencionar, a nivel personal, la actitud del  nuevo alcalde nombrado por los  sublevados, Julio García Abril, el cual avisó a mi abuelo Antonio Pedro Barquilla Barrado (Alcalde y diputado provincial republicano) de que evitara que  fuese arrestado  de noche por falangistas de otros pueblos ya que durante el día él podría velar por su seguridad. Es muy probable que este mismo aviso se lo diera a otras figuras políticas destacadas de la izquierda de Madroñera.

En la actualidad se contabilizan en 4 las personas que fueron asesinadas en Madroñera, pero aún así, el número de represalias con final trágico fue muy inferior a otros pueblos de Extremadura. 



“Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.” 
                                                                                                                       
                                                                                                                           JORGE LUIS BORGES  



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